El cuidado emocional ante la enfermedad oncológica
Bitácora Médica
Por Lic. Liana Pérez Rodríguez (*)
Asimismo, el mantenimiento de dicha calidad de vida apunta hacia el cuidado integral lo cual no sólo incluye aspectos médicos, sino también el apoyo emocional, recordando que la esencia del ser humano va más allá de la biología. El nuevo paradigma de atención integral incluye la promoción de educación ante la enfermedad, el fortalecimiento de los recursos de afrontamiento y las redes de apoyo social. El objetivo final de la intervención emocional es lograr incrementar la sensación de control, disminuyendo la incertidumbre y potenciando la autoeficacia del paciente y de sus cuidadores frente a esta situación crítica.
Durante cada una de las fases de la enfermedad existen retos propios que con la ayuda del apoyo psicológico es posible superar.
Es innegable que no podemos escapar del sufrimiento, pero sí podemos prepararnos para afrontarlo. Moos y Shaefer (1986) nos proponen algunas tareas que pueden favorecer la adaptación en situaciones de crisis vital:
- Establecer y comprender el significado de la situación real y sus consecuencias, lo que favorece la conciencia y el establecimiento de metas a corto plazo.
- Continuar el contacto con las redes de apoyo, entre ellos familiares, amigos, compañeros de trabajo. Evitando el aislamiento, la sensación de soledad y facilitando la posibilidad de delegar y pedir ayuda.
- Escuchar, entender y canalizar las propias emociones, con el fin de mantener la esperanza.
- Afrontar la realidad, respetando los miedos, preocupaciones y otras emociones. Lo cual ayudará a reconocer los motivos relacionados y trabajar en los mismos.
- Fortalecer la autoestima y la sensación de autovalía. Desarrollando nuevos valores, amistades, actividades y formas de ver la vida.
El apoyo psicológico es un recurso más en el cuidado integral tanto paciente como su familia, no es signo de debilidad, sino sinónimo de auto-reflexión, conciencia y flexibilidad.
Bibliografía:
- Moos, R. H. & Schaefer, J. A. (1986). Life transactions and crises: a conceptual overview. En: R. H. Moos (ed.). Coping with life crises: an integrated approach. Nueva York: Plenum Press.
- Flórez, J.A. La comunicación y compresión del enfermo oncológico. Manual de Psicooncología. Madrid: Aula Médica; 1999.
(*) Magister en Psicooncología. Universidad Complutense de Madrid.

Bitácora Médica
Tu salud es nuestra misión
El cuidado emocional ante la enfermedad oncológica
febrero 4, 2011
Hablar de cáncer es hablar de incertidumbre, posibles pérdidas, y ajustes como crisis vital tanto a nivel individual como familiar. Por fortuna, son cada vez más los avances médicos y tecnológicos que ofrece la ciencia para el tratamiento de esta enfermedad en los que se procura, no solo obtener resultados positivos y de curación, sino que a su vez, busca que la persona mantenga una “buena” calidad de vida, es decir, que le permita continuar realizando sus actividades y funciones como antes de recibir el diagnostico, o lo más parecido posible.Por Lic. Liana Pérez Rodríguez (*)
Asimismo, el mantenimiento de dicha calidad de vida apunta hacia el cuidado integral lo cual no sólo incluye aspectos médicos, sino también el apoyo emocional, recordando que la esencia del ser humano va más allá de la biología. El nuevo paradigma de atención integral incluye la promoción de educación ante la enfermedad, el fortalecimiento de los recursos de afrontamiento y las redes de apoyo social. El objetivo final de la intervención emocional es lograr incrementar la sensación de control, disminuyendo la incertidumbre y potenciando la autoeficacia del paciente y de sus cuidadores frente a esta situación crítica.
Durante cada una de las fases de la enfermedad existen retos propios que con la ayuda del apoyo psicológico es posible superar.
Es innegable que no podemos escapar del sufrimiento, pero sí podemos prepararnos para afrontarlo. Moos y Shaefer (1986) nos proponen algunas tareas que pueden favorecer la adaptación en situaciones de crisis vital:
- Establecer y comprender el significado de la situación real y sus consecuencias, lo que favorece la conciencia y el establecimiento de metas a corto plazo.
- Continuar el contacto con las redes de apoyo, entre ellos familiares, amigos, compañeros de trabajo. Evitando el aislamiento, la sensación de soledad y facilitando la posibilidad de delegar y pedir ayuda.
- Escuchar, entender y canalizar las propias emociones, con el fin de mantener la esperanza.
- Afrontar la realidad, respetando los miedos, preocupaciones y otras emociones. Lo cual ayudará a reconocer los motivos relacionados y trabajar en los mismos.
- Fortalecer la autoestima y la sensación de autovalía. Desarrollando nuevos valores, amistades, actividades y formas de ver la vida.
El apoyo psicológico es un recurso más en el cuidado integral tanto paciente como su familia, no es signo de debilidad, sino sinónimo de auto-reflexión, conciencia y flexibilidad.
Bibliografía:
- Moos, R. H. & Schaefer, J. A. (1986). Life transactions and crises: a conceptual overview. En: R. H. Moos (ed.). Coping with life crises: an integrated approach. Nueva York: Plenum Press.
- Flórez, J.A. La comunicación y compresión del enfermo oncológico. Manual de Psicooncología. Madrid: Aula Médica; 1999.
(*) Magister en Psicooncología. Universidad Complutense de Madrid.

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