jueves, 2 de diciembre de 2010

Pelucas cabello para sanar - Estampas Temática - Estampas

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Pelucas cabello para sanar

Naturales o sintéticas, este artificio de belleza se convierte en un instrumento para superar el cáncer. Descubra cómo pueden ayudar desde el principio del proceso.

por YSABEL VELÁSQUEZ | imagen: WWW.SHUTTERSTOCK.COM | SÁBADO 2 DE OCTUBRE DE 2010
La pérdida del cabello es una de las consecuencias que más impacta en las pacientes de cáncer. Mirarse al espejo calva afecta la imagen, ya que una melena abundante es sinónimo de buena salud. Entrevistamos a Ivo Contreras, estilista experto en la confección de piezas para estos casos, y a Liana Pérez Rodríguez, psicóloga magíster en psico-oncología de la Universidad Complutense de Madrid y asesora de la Fundación Bascopé van Grieken, con la finalidad de descubrir cómo las pelucas se convierten en una poderosa herramienta terapéutica para la recuperación del equilibrio saludable.

Sin cambios drásticos No alejarse del estilo personal es el objetivo principal de las pelucas usadas en las pacientes oncológicas. "La idea es ver a la mujer antes de la primera sesión de quimioterapia, antes que comience la caída, para evaluar la textura de su cabello y ver cómo lo lleva; esto para que la pieza a elegir sea lo más parecida", explica Ivo Contreras, quien agrega: "Yo le sugiero a toda paciente de cáncer que se haga un corte bonito, para que la familia y los amigos se acostumbren a verla con cabello corto tiempo antes de comenzar la quimio, así la peluca será también corta, tendrá menos calor y en cuanto su cabello comience a crecer, podrá dejar de usarla".

Liana Pérez Rodríguez recomienda que este proceso sea gradual: "Evitar comprar una peluca a última hora cuando ya se está calva porque no lucirá natural; en lugar de eso ir a las tiendas de pelucas antes del tratamiento, buscar la más parecida o mandarla a hacer antes de que se caiga todo el cabello, usarla para salir a la calle antes de perderlo por completo para irse acostumbrando". Y agrega: "La información acerca de dónde adquirirlas o conseguirlas a través de donaciones; debería estar disponible en todos los hospitales con servicio de Oncología".

A la medida
El cabello natural se puede teñir, alisar, rizar para acercarlo a la forma y textura propias de cualquier persona; por ello el estilista sugiere su uso sobre el cabello artificial. "La confección de una peluca a la medida se lleva dos semanas, y en el proceso se mide la cabeza y se realizan dos pruebas para que la clienta esté conforme", señala Contreras.

"Las pelucas naturales se hacen de cabello que compramos a las chicas que van a los liceos militares o se lo cortan por promesas religiosas; son hechas a la medida y tejidas en la parte frontal a mano, con un tul transparente que deja respirar el cuero cabelludo y luce muy natural", explica el estilista, quien apunta "Se pueden hacer hasta peinados de moño para fiestas y quedan estupendos".

Más económicas
En el mercado existen pelucas prefabricadas, de fibras sintéticas, como el canecalón o la proteína avanzada, que son una alternativa de costo menor. Incluso algunas de ellas están diseñadas con una base antialérgica y transpirable que no produce calor ni rozaduras, especial para personas calvas; pero son difíciles de conseguir porque su manufactura es importada. Estas piezas de cabello no se pueden teñir ni alisar con planchas eléctricas, pero sí lavar y secar a baja temperatura. Los peluqueros pueden cortarlas al estilo de la paciente.

Cuerpo y mente
El tratamiento del cáncer genera cambios físicos, emocionales y sociales. "Perder el cabello es un estresor adicional, es un estigma y un recordatorio perenne de que se está enferma, lo que puede retraer a la paciente impidiéndole realizar sus actividades cotidianas.

Por ello el uso de pelucas pone el control del aspecto físico en nuestras manos", apunta Pérez Rodríguez y agrega que, pese a que prácticamente la totalidad de las pacientes oncológicas de Venezuela recurren a este artilugio, no todas necesitan el apoyo de una peluca: "Depende de factores como la autopercepción, la personalidad y la importancia que le dé a la autoimagen. Así, algunas mujeres solo acuden al pañuelo o el sombrero, mientras que para otras la peluca se convierte en una herramienta muy necesaria, porque además de reforzar su autoestima, evita depresiones y hasta problemas sexuales con su pareja que sumarían más angustia al cuadro de vulnerabilidad emocional de la enfermedad", explica la psico-oncológa.

Dejar la peluca
Entre tres y cuatro meses después de terminar las sesiones de quimio y radioterapias, el cabello vuelve a crecer, "Pero sus hebras son tan delgadas que los estilistas recomendamos raparlo una o dos veces para que crezca más grueso y fuerte", precisa Contreras.

En cuanto al momento para dejar de usar la peluca, Liana Pérez privilegia el criterio personal: "Se trata de una decisión individual de la paciente, quien debe evaluar cuándo comienza a sentirse reestablecida y cómoda con su imagen. Cuando se vea a sí misma recuperada y sana podrá dejar de usarla", afirma.

Banco de PelucasSenosalud cuenta, desde 2005, con el servicio de préstamo de pelucas para las pacientes afectadas de cáncer de mama. "Recibimos donaciones de cabello y de pelucas ya confeccionadas para prestarlas a todas aquellas mujeres que lo necesiten", precisa Gladys Antías, y explica que a las pacientes se les hace la cesión durante 6 meses a cambio de una módica colaboración de Bs 100, que es usada para sufragar los gastos de mantenimiento de las piezas de cabello en el banco.

 ysabelvd@yahoo.com


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lunes, 22 de noviembre de 2010

No podemos olvidar...Los Cuidados Paliativos

Ante todo un cordial saludo a mis lectores, no podía dejar de escribirles acerca de los cuidados al final de la vida. Aspecto fundamental para ser trabajando durante todas las etapas de la enfermedad incluyendo el diagnóstico y demás, ya que la integración de aspecto comunicativos, de continuidad y espirituales deben ser características fundamentales de nuestra labor.
Según la OMS (1990) los Cuidados Paliativos se refieren al cuidado total activo de los pacientes cuya enfermedad no responde a tratamiento curativo. Entonces, el control del dolor, de otros síntomas y de los problemas psicológicos, sociales y espirituales, adquieren una importancia primordial.
Se enfatiza en la idea de una "buena muerte", cuestión que algunos allegados comentan que es imposible, ya que sólo el hecho de morir es "terrible". Es posible que veamos la muerte como algo "terrible" que nos aleja de nuestros seres queridos y que puede traernos sufrimiento emocional y dolor físico. Pero también, es una situación de la cual no podremos escapar, imposible escapar de la inexorable muerte.
La idea de los cuidados paliativos es generar una mayor sensación de control en el paciente y sus familiares, que este se encuentre confortable, proveer un sentido de cierre a la vida, reconocimiento y afirmación del valor como persona única (sus valores y creencias), optimizar las relaciones familiares y con los proveedores de salud y prestar atención a la familia ante el duelo anticipado e incluso luego del fallecimiento.
Uno de los aspectos principales es el control del dolor, ya que esto genera bienestar y permite que de alguna manera sea posible trabajar con otros aspectos de índole psicológico, emocional y espiritual.
Entre las necesidades que deben ser abordadas al final de la vida, se encuentra la necesidad de COMUNICACIÓN, clara, veraz, respetando las defensas del paciente y la familia, tomando en cuenta la demanda de estos dos últimos. Un acompañamiento frecuente implicando la empatía, comprensión y validación, tienen como finalidad abrir una ventana cuando las defensas como la negación no cumplen su función.
Asimismo, mejoras en la comunicación evitan el fenómeno de Claudicación Familiar, que puede implicar la incapacidad de los miembros de la familia para ofrecer una respuesta adecuada a las múltiples necesidades del paciente, muchas veces conlleva a un abandono no sólo instrumental también emocional. Hay que mantener la idea de que siempre se puede hacer algo, no sólo como idea, es una realidad, siempre es posible mejorar de alguna manera la vida de otro ser humano.
También es necesaria la continuidad en los cuidados, tratar de que no existan cambios bruscos en el personal de atención, ya que los apegos generados son parte importante del proceso de ayuda.
Asimismo, el significado de la esperanza va variando durante todo el proceso de enfermedad y es necesario mantener este aspecto vivo. Un día la esperanza se puede referir al hecho de no encontrarse con dolor, en otras oportunidades encontrarle un significado a la situación de enfermedad, etc. Para acompañar de manera efectiva es importante mantener estos aspectos presentes, estas preguntas de corte existencial nos señala la necesidad de continuidad y autotranscendencia de quien las formula.
Las necesidades espirituales de las personas al final de la vida van más allá de la religión, la espiritualidad tienen que ver con la relación con nosotros mismo, con la gente que nos rodea y con un ente superior. Esas necesidades van a variar de persona a persona, y muchas veces la gente ante este darse cuenta cambia su mundo de valores, lo reformula, desea releer su vida, reencontrarse con su yo más profundo, y creer en la solidaridad e integridad del ser humano.
Si algo es necesario recalcar no solo para el acompañamiento, si no también para nuestra propia vida, es que como se vive se ha de morir. Por eso vive bien, siembra semillas de satisfacción en las personas que te rodean, perdona y dejate ser perdonado, vuelve a amar y a creer en la vida, con todas sus bondades...Recuerda todo es un continuo...


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miércoles, 1 de septiembre de 2010

Artículo: Para Cuidar a otro hay que preservar la propia salud

Cuidador, cuídate

El primer tema: los cuidadores, para mí es tanto un deber como un placer acompañarlos y asesorarlos (cuidarlos) en su dura lucha por mantenerse en pie y sobrevivir ante esa gran tempestad que implica el diagnóstico de una enfermedad crónica.
Así, la enfermedad no sólo afecta al paciente, en realidad moviliza todo el sistema familiar que venía funcionando de una determinada manera, bajo un patrón.
Siendo esta una de las situaciones más estresantes que se pueden vivir, ya que el hecho de cuidar a otro produce cambios bruscos en la vida, lo que puede traducirse en alteraciones de la salud, situación laboral, económica y del estado de ánimo.

Al trabajar con ellos, jamás debemos olvidar que tanto el paciente como su familia van más allá de la enfermedad, no tratamos con personas enfermas, tratamos con personas con una biografía, con una historia pasada, presente y futura, que tienen relaciones con otras personas, un mundo rico tanto externo como interno y que además, tienen una enfermedad.

El "cuidar", para mí se refiere a promover los recursos que tanto los pacientes como los familiares poseen, y a los que no pueden acceder en un momento dado, debido al impacto causado por el diagnóstico u otros padecimientos físicos relativos a la enfermedad en sí misma y a los tratamientos, que derivan en desmoralización muchas veces.

Los cuidadores son personas a las que por diversas razones (altruismo, reciprocidad, gratitud y estima, culpa o porque no existe más nadie) asumen el rol de organizar y acompañar instrumental y emocionalmente en todas las tareas de cuidado de un enfermo, y de acuerdo a la literatura, aquel que se dedica la mayor parte del tiempo medido en horas al día, y en un mínimo de seis semanas.

Ellos al iniciar este papel de cuidadores sin ninguna formación, se encuentran sin mapa en un país totalmente desconocido y al cual fueron lanzados teniendo el deber de responder con los mejores cuidados que pueden aportar.

De esta manera y ante tal magnitud de exigencia, es muy probable que exista sobrecarga tanto emocional como física por parte de quienes proveen los cuidados. Esta sobrecarga pueden traducirse en: pérdida de energía, aislamiento, aumento en el consumo de bebidas/tabaco/fármacos, problemas de rendimiento, irritabilidad, cambios frecuentes de humor, frustración constante, tristeza, entre otros.

Considero que una comunicación adecuada es el pilar de los cuidados para ambos (pacientes y familiares) ya que al no hablar toda la orquesta se desarticula y los esfuerzos para mejorar la calidad de vida del paciente pueden desmoronarse.

En el cuidado es importante evaluarse, acompañarse, escucharse, organizarse, y brindarse afecto entre el paciente y los familiares, incluyendo a todo el círculo de amigos.

Un tema frecuente es la poca valoración que se le da a este rol, por lo cual "Cuidador" quiero que sepas que no estás solo, que existen muchos profesionales de la salud dispuestos a brindarte una mano y acompañarte en este tránsito tan duro como esperanzador.

Te invitamos a asistir a nuestro taller "Cuidando al Cuidador" organizado por Encuentro Organizacional, el día 20 de noviembrede 2010, donde se brindarán estrategias para manejar la sobrecarga emocional y física.
Se introducirán los retos más frecuentes a los que se expone un cuidador:
- Definir compromisos.
- Utilizar los apoyos.
- Manejar el sacrificio y el duelo.
- Sopesarla esperanza y aceptación.
- Buscar un significado al acto de cuidar.
- Descubrir herramientas.
Para mayor información escribe a: liana_perez_rodriguez@hotmail. com ó encuentro.organizacional@gmail.com



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